La semana pasada se celebró el 25 Congreso de la Asociación Española de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social donde la asociación tuvo a bien concederme el Premio al Mejor ensayo por un trabajo que he realizado sobre el Sistema de Formación Dual Alemán en comparación al Español.
El trabajo premiado consiste en un riguroso estudio sobre en qué consiste realmente la formación dual Alemania dado que existe mucho desconocimiento que los medios de comunicación pocas veces se molestan en resolver. Para completar este trabajo realicé una estancia de investigación de 2 meses en el Max Planck de Derecho Social de Múnich y en la presente entrada no me es posible exponer todos los detalles del Sistema de Formación dual, sin embargo, sí que quiero aprovechar para dejar anotadas algunas conclusiones obtenidas:
- La formación dual consiste en una formación para una profesión u oficio en alternancia entre la escuela y la empresa. Se le atribuye también el mérito del bajo desempleo juvenil alemán, pero sobre todo los expertos consideran que la formación dual es responsable de los altos niveles de productividad de los trabajadores alemanes. No en vano la Comisión Europea considera el Sistema dual de formación como “el mejor modelo” para la formación profesional de los jóvenes.
- En Alemania la formación dual es un sistema configurado como una perfecta máquina en la que sus diferentes piezas van encajando conjuntamente. Por una parte los agentes sociales planean la formación delimitando qué oficios se van a necesitar en el futuro. Diseñan la mejor manera de ejecutar esa formación en cada uno de las profesiones, concretando la duración del contrato y de los estudios (que se realizarán conjuntamente), las habilidades a adquirir y las funciones que deberá realizar el estudiante en la empresa con objeto de obtener esas habilidades. Por otra parte, el Gobierno federal aprueba estos reglamentos negociados de forma tripartita y les confiere valor obligatorio impidiendo que las empresas “pacten” con los aprendices duraciones o funciones diferentes con los aprendices. Con ello, la estandarización de la formación en todo el país queda asegurada. Sumado a ello, los Estados federados también tienen su participación en el modelo a través de los centros educativos. La parte teórica, diseñada por los reglamentos a nivel federal, es aplicada por los estados federados. Estos, a su vez, tienen la responsabilidad de acreditar la validez de los tutores (Meister) a través de los oportunas pruebas donde además de examinarse las habilidades técnicas se comprueba que tengan capacidades administrativas y, lo que es más importante de todo, pedagógicas.
- Las empresas además de comprometerse con la formación de los trabajadores y contratarlos por períodos superiores a un año (de normal de 2 a 3 años) realizan dos aportaciones más al sistema. La primera consiste en el reconocimiento de la labor que realizan los Meister los cuales suelen ser personal con un estatus superior en la empresa y son recompensados con mejoras salariales. Esto es importante dado que de esta forma los trabajadores tienen incentivos para ser buenos formadores de aprendices. Si por el contrario no existiera esta recompensa, ser tutor de un aprendiz se vería como una carga que probablemente pocos trabajadores querrían asumir voluntariamente. La segunda aportación esencia al sistema consiste en valorar los títulos de formación profesional mediante mejores salarios. Esto incentiva a los jóvenes a formarse mediante este sistema.
- En último lugar, cámaras de comercio y los colegios profesionales también se les incluye en el sistema a través de la concesión de la potestad del control y la evaluación de la formación dual. La competencia de los órganos evaluadores es tal que tiene la facultad de impedir que las empresas sigan formando jóvenes aprendices en caso de que no cumplan con los requisitos marcados en la legislación.
- Se comprueba que, a pesar de la impresión que podamos tener en España, la formación dual alemana no es simplemente un contrato formativo ni tampoco consiste en la posibilidad de que simplemente los jóvenes se formen en la empresa. Por el contrario, consiste en un complejo sistema, que reparte responsabilidades entre los diferentes componentes de las relaciones industriales, pero que sobre todo impone férreos elementos de control desde el Estado sobre la formación con objeto de garantizar su utilidad y su calidad.
En el artículo premiado tras las conclusiones se realiza una serie de propuestas para mejorar la formación dual en nuestro país que dejaré para una próxima con objeto de no extenderme demasiado ahora.