Ayer mismo se difundió una resolución del parlamento europeo titulada “Una Agenda Europea para la economía colaborativa”. Este documento tiene especial importancia dado que marca las pautas de cualquier regulación futura que pueda haber a nivel europeo sobre la economía digital o de plataformas. El parlamento con este documento manda un mensaje claro de cuáles son sus intenciones a futuro.
En este resumen ejecutivo me dedicaré especialmente a la parte laboral. A la cual el documento le dedica todo un apartado. Veamos resumidamente qué dice de interés. Voy a resaltar 4 puntos.
1) Lo primero que se señala es la necesidad de: “modernizar la legislación en vigor, en particular los sistemas de seguridad social, con el fin de adaptarlos a los avances tecnológicos al tiempo que se garantiza la protección de los trabajadores”. Es decir, quedarse como estamos no es una opción. Como ya he señalado en otras ocasiones, la economía digital trae una revolución al mundo del trabajo y no podemos ignorarla. El derecho del trabajo, debe adaptarse a la nueva realidad de dos formas; con nuevos indicios para reconocer la laboralidad y con nuevos derechos y obligaciones para los trabajadores. Aquí podéis encontrar un resumen más extendido sobre cómo modernizar el derecho del trabajo para adaptarlo a la nueva realidad digital.
2)La segunda cuestión, que es la que especialmente más me gusta, es que el Parlamente habla de “Estados miembros y a la Comisión a que, (…) garanticen condiciones laborales justas y una adecuada protección jurídica y social para todos los trabajadores de la economía colaborativa, con independencia de su estatus”. Tal y como el Prof. Davidov defiende es necesario hacer una interpretación teleológica o finalista del Derecho del trabajo y aplicarla a aquellos prestadores de servicio que lo necesites con independencia del tipo de contrato o estatus. El modelo dual por el cual el que es calificado como trabajador tiene toda la protección del derecho del trabajo pero el autónomo no tiene ninguna (ni salario mínimo, ni vacaciones, ni jornada máxima, ni protección de riesgos laborales) es poco garantista. La gran mayoría de autónomos, y más los autónomos de hoy en día, necesitan la misma protección que los trabajadores. Y el parlamento europeo parece que quiere ir en esa línea. Y yo añadiría; no solo para la economía digital sino en cualquier sector.
3) La portabilidad de las Evaluaciones. En efecto, el parlamento habla de que los trabajadores de la economía colaborativa deberían poder llevarse las evaluaciones de una plataforma a otra. Algo lógico porque sino se crearán monopolios como ya he denunciado en alguna ocasión. Sin embargo, es irónico que el parlamento hable ahora de portabilidad de las evaluaciones cuando hace menos de un años aprobó el nuevo reglamento de protección de datos, reguló la portabilidad de datos excluyendo la portabilidad de la reputación online. Un comentario extendido sobre esto aquí.
4) Y por último, hace un llamamiento, nada típico, a las Inspecciones de trabajo nacionales para para que “supervis(en) el mercado de trabajo y las condiciones laborales de la economía colaborativa con objeto de luchar contra las prácticas ilegales”. En efecto, son los Estados nacionales los que a través de sus órganos competentes –inspección de trabajo- deben poner freno a las prácticas de competencia desleal por las cuales algunas empresas consiguen clientes a base de reducir el precio de sus productos dado que no respetan los derechos laborales.
En resumen, el Parlamento Europeo de forma clara y expresa nombra los riesgos de precarización de la economía colaborativa. Sin embargo, el objetivo del parlamento no parece rechazar o prohibir la economía colaborativa, sino algo a mi entender más adecuado, controlar y regular los excesos allá donde los haya. Y para ello, parece necesario una modernización de la legislación que permita a los Estados proteger a los trabajadores en esta nueva economía.
Si te interesa el tema puedes ver más en el libro El trabajo en la Era de la Economía Colaborativa.
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